En BASTIDA Clínica Dental en Vigo creemos que la prevención es clave, y una de las herramientas más valiosas para ello es la ortodoncia interceptiva en los niños. En este artículo te contamos en profundidad qué es la ortodoncia interceptiva infantil, cuándo aplicarla, cómo funciona y cuáles son sus ventajas, con lenguaje claro y cercano para que entiendas por qué podría ser conveniente plantearla para tu hijo. Te acompañamos paso a paso en lo que supone un tratamiento interceptivo infantil, qué señales debes vigilar, y consejos para que todo vaya de la mejor forma posible. Si necesitas saber más, te recomendamos que accedas a toda la información sobre nuestro tratamiento de ortodoncia en Vigo y soluciones tus dudas. Si necesitas indagar más sobre qué tipo de ortodoncia necesitas o profundizar sobre la información sobre la ortodoncia invisible, ponemos nuestros medios a tu disposición.
¿Qué es la Ortodoncia interceptiva?
La ortodoncia interceptiva infantil, también llamada ortodoncia temprana u ortopedia funcional, es un tipo de tratamiento ortodóncico dirigido a niños en etapas de crecimiento, antes de que sus huesos maxilares y mandibulares hayan terminado de desarrollarse. El objetivo principal de la ortodoncia interceptiva no es solo “colocar los dientes”, sino guía y corrección del desarrollo óseo y dentoalveolar para prevenir o limitar la aparición de maloclusiones más graves. Sin duda, la ortodoncia interceptiva es fundamental en el tratamiento de odontopediatría en Vigo que ponemos a tu disposición.
En lugar de actuar cuando los problemas ya están bien establecidos, la ortodoncia interceptiva se adelanta: detecta desequilibrios, hábitos perjudiciales o desajustes, y los corrige o atenúa mientras los huesos aún son moldeables.
De este modo, puede reducir la complejidad del tratamiento más adelante, disminuir la necesidad de extracciones o cirugías, y mejorar la función masticatoria, respiratoria y estética.
Es importante tener claro que la ortodoncia interceptiva no siempre es el tratamiento definitivo: muchas veces se complementa más adelante con un tratamiento correctivo cuando el niño tiene la dentición permanente completa.
Tratamientos de ortodoncia infantil en menores de 5 años
Aunque muchos enfoques de ortodoncia interceptiva comienzan alrededor de los 6 años, hay casos en los que, si hay señales muy evidentes, puede considerarse alguna intervención incluso antes de los 5 años.
Posibles tratamientos o intervenciones en niños menores de 5 años
En esta fase muy temprana se trata más de vigilancia, prevención y corrección de hábitos que puedan interferir en el desarrollo normal de los maxilares y de la función oral. Entre los más habituales se encuentran los siguientes:
- Control de hábitos. Succión digital, uso prolongado del chupete, ventilación bucal, son hábitos que, si persisten muchos años, pueden deformar el crecimiento de las arcadas dentales y los maxilares. Enseñar al niño a dejar esos hábitos, mediante terapia miofuncional, ejercicios, y acompañamiento profesional, es quizá la medida más frecuente en esta etapa.
- Estimulación muscular y ejercicios funcionales. Por ejemplo, ejercicios de deglución, de posición lingual correcta, de fortalecimiento de los músculos orofaciales, para ayudar a que la lengua repose correctamente y contribuir al crecimiento armónico.
- Uso leve de aparatos de baja intensidad. En caso de detectarse desequilibrios óseos muy evidentes, algún aparato leve (muy sencillo) podría usarse con criterio, pero con cautela, ya que en este periodo los niños tienen mucho crecimiento por delante y la cooperación suele ser limitada.
- Vigilancia activa. Hacer revisiones periódicas más frecuentes, con radiografías mínimas y estudios de crecimiento para adelantarse a posibles alteraciones.
El objetivo de la ortodoncia interceptiva en esta etapa no es “corregir todo ya”, sino dar seguimiento, prevenir agravaciones y preparar el terreno para que, cuando sea el momento, se puedan aplicar técnicas de ortodoncia interceptivas en los niños con mayor eficacia.
Tratamientos de ortodoncia infantil en niños de 6 a 10 años
En esta etapa el niño ya tiene una mezcla de dientes de leche (temporales) y dientes definitivos (mixta), y los huesos maxilares aún están en pleno desarrollo, lo que hace que los efectos ortopédicos sean más eficientes.
Posibles tratamientos o intervenciones en niños de 6 a 10 años
Entre los 6 y 10 años es la franja en la que la ortodoncia interceptiva tiene su mayor protagonismo. Entre los más habituales se encuentran los siguientes:
- Disyuntores / expansores palatinos. Se colocan en el maxilar superior para “ensanchar” la arcada superior cuando se detecta paladar estrecho o mordida cruzada. El tornillo de expansión se activa según el protocolo.
- Placas removibles funcionales: Aparatos tipo placas acrílicas con tornillos o resortes que el niño puede quitar, usados para expandir, guiar la erupción dental o modificar la posición mandibular.
- Aparatos funcionales (oclusales): Dispositivos que influyen en la posición mandibular y maxilar, con el fin de equilibrar el crecimiento de los maxilares y mejorar la relación entre ellos.
- Máscaras de tracción o extraorales: En casos de discrepancias esqueléticas (por ejemplo, mandíbula muy adelantada o maxilar retrasado) se puede usar una máscara que aplica fuerzas externas para impulsar crecimiento en dirección deseada.
- Terapia miofuncional y reeducación de hábitos: en paralelo con los aparatos, es frecuente realizar ejercicios para que el niño suelte los hábitos (chuparse el dedo, empuje lingual) y mejore la función muscular.
- Alineadores interceptivos (como Invisalign First u otros sistemas removibles modernos). En algunos casos, para corregir leves desplazamientos durante la dentición mixta, se emplean alineadores diseñados específicamente para ortodoncia infantil.
¿Qué se persigue con la ortodoncia interceptiva en niños de 6 a 10 años?
Al actuar en un momento clave del desarrollo, la ortodoncia interceptiva en niños de 6 a 10 años permite aprovechar al máximo la capacidad de adaptación natural del niño y favorecer un crecimiento equilibrado. Algunos de los objetivos de la ortodoncia interceptiva infantil en estas edades son:
- Corregir o prevenir una mordida cruzada transversa.
- Dar espacio o guiar la erupción de dientes permanentes.
- Guiar el crecimiento maxilar y mandibular para mejorar la relación entre ellos (anteroposterior o vertical).
- Disminuir la severidad de futuras maloclusiones que requerirían tratamiento más complejo.
- Mejorar la función masticatoria, respiratoria y estética facial.
Ortodoncia infantil con mordida cruzada: un problema común en la ortodoncia interceptiva
La mordida cruzada (cuando algunos dientes superiores quedan por dentro de los inferiores al morder) es uno de los problemas más comunes que se trata con ortodoncia interceptiva. Puede afectar a unos pocos dientes o a toda la arcada, en uno o ambos lados, y provocar desvíos mandibulares funcionales si no se corrige a tiempo.
Si no se corrige, la mordida cruzada puede inducir que la mandíbula desvíe hacia un lado al cerrar, provocando asimetrías funcionales o incluso esqueléticas. La mordida cruzada puede suponer los siguientes problemas futuros en niños:
- Causar desgaste dental irregular.
- Afectar la función masticatoria y la estética facial.
- Complicar mucho el tratamiento posterior si se deja hasta la adolescencia.
Pasos del tratamiento de ortodoncia interceptiva
Para que el tratamiento fluya con éxito, y para que el niño y los padres entiendan lo que ocurre, es útil tener claro el proceso de la ortodoncia interceptiva:
- Primera evaluación y diagnóstico. En BASTIDA Clínica Dental comenzamos con una primera visita para la exploración clínica, fotografías intra y extraorales, radiografías, modelos de estudio o escaneos digitales. Se analiza crecimiento facial, hábitos, función respiratoria, vías aéreas, hábitos orales, y la relación de los maxilares.
- Plan de tratamiento personalizado. Con esa información, se diseña un plan interceptivo a medida que se relaciona con qué aparatología usar, cuándo colocarla, cuánto tiempo, objetivos intermedios, protocolos de control, fases sucesivas. Se explica a los padres y al niño de forma sencilla lo que haremos y por qué.
- Colocación del aparato interceptivo. Dependiendo del diseño será removible, fijo, funcional o mixto. Se adapta, se ajusta y se instruye al paciente (y a los padres) sobre el uso, higiene y cuidados.
- Ajustes y controles periódicos. Cada pocas semanas o meses se revisa el avance, se hacen activaciones (por ejemplo, girar tornillos de expansión), se corrigen desajustes, se evalúa crecimiento y se adapta el plan si es necesario.
- Mantenimiento de resultados intermedios. Una vez logrados los objetivos iniciales (por ejemplo ensanchar la arcada, corregir mordida cruzada), se colocan retenedores, barras palatinas o aparatos de contención que ayuden a mantener los resultados durante el crecimiento.
- Transición a ortodoncia correctiva (si es necesario). Cuando el niño esté en dentición permanente o casi completa, en muchos casos se coloca un tratamiento ortodóncico convencional (brackets, alineadores) para alinear y nivelar los dientes definitivos, aprovechando el terreno ya preparado.
- Seguimiento a largo plazo. Se realizan controles periódicos para asegurarnos de la estabilidad, de que no haya recidivas y para intervenir si es necesario. Esto puede abarcar varios años, hasta la finalización del crecimiento.
Cada fase requiere buena comunicación entre clínico, niño y padres, disciplina en el uso del aparato (si es removible), cumplimiento en las citas y buena higiene oral.
Síntomas en los niños para empezar un tratamiento de ortodoncia infantil
Detectar señales tempranas ayuda a actuar a tiempo. Algunos de los síntomas en los niños para empezar un tratamiento de ortodoncia infantil son:
- Dificultad al masticar o morder correctamente.
- Respiración por la boca frecuente, ronquidos o problemas respiratorios.
- Hábito de chuparse el dedo o uso prolongado del chupete más allá de la edad habitual.
- Empuje lingual al tragar (la lengua empuja los dientes al tragar).
- Dientes apiñados o con espacios excesivos visibles.
- Mordida cruzada (superior por dentro de inferior) en uno o varios dientes.
- Mordida abierta (cuando al unir los dientes posteriores, los anteriores no llegan a contactarse).
- Problemas de pronunciación o dificultad para articular ciertos fonemas.
- Asimetrías en el rostro al sonreír o al morder.
- Movimiento dental en dientes de leche que no parece típico o temprano.
- Dientes que “no cuadran bien” al cerrar la boca, o desplazamientos visibles al morder.
Ante cualquiera de estos síntomas, conviene pedir una evaluación con un ortodoncista especializado en niños.
Ventajas de la ortodoncia interceptiva en niños
La ortodoncia interceptiva ofrece múltiples beneficios, tanto desde el punto de vista clínico como del bienestar del niño y tranquilidad de los padres:
- Reducción de complejidad en el futuro. Intervenir temprano permite disminuir la severidad de la maloclusión que podría requerir tratamientos más largos, extracciones o cirugías en la adolescencia o adultez.
- Menor duración del tratamiento correctivo posterior. Muchos estudios muestran que, al preparar el terreno con interceptiva, la fase posterior de ortodoncia correctiva suele ser más breve.
- Mejor función masticatoria y respiratoria. Al corregir desajustes óseos y dentales, se optimiza la masticación y, en casos de problemas respiratorios, la función puede mejorar (al ampliar el paladar, favorecer vías aéreas, mejorar la postura lingual).
- Prevención de desgaste dental desigual y problemas en la articulación temporomandibular (ATM). Una mala oclusión prolongada puede desencadenar tensiones musculares, problemas en la ATM o dolor. Actuar temprano reduce esos riesgos.
- Mejor estética facial y sonrisa desde edades tempranas. Al guiar el crecimiento adecuado, se favorece una armonía facial más equilibrada y una sonrisa más estética desde la infancia.
- Mejor aceptación del niño. En muchos casos los aparatos interceptivos son más suaves, cómodos y menos invasivos, lo que facilita que el niño colabore.
- Formación de espacios adecuados para los dientes permanentes. Se puede “preparar el terreno” para que los dientes definitivos tengan espacio y erupcionen en posición favorable, reduciendo probabilidades de apiñamientos.
- Menor necesidad de extracciones. Al controlar el crecimiento y el espacio desde temprano, es menos probable que haya que extraer dientes permanentes para resolver falta de espacio.
- Mejor autoestima y bienestar emocional. Los niños con dentaduras mejor alineadas suelen sentirse más seguros con su sonrisa, sin burlas ni complejos.
Actuar a tiempo con ortodoncia interceptiva puede marcar la diferencia para que la sonrisa de tu hijo sea sana, funcional y estéticamente agradable con menos complicaciones posteriores.
Tipos de ortodoncia interceptiva infantil
Según la naturaleza del problema a tratar, la edad, el grado de cooperación del niño y el diseño del plan, se pueden clasificar varios tipos de ortodoncia interceptiva:
Ortodoncia interceptiva fija
Aparatos que se adhieren a los dientes y no pueden retirarse por el paciente (o solo parcialmente). Un ejemplo típico es el disyuntor fijo de banda. Se usan especialmente cuando se necesita aplicar fuerza constante o precisa.
Ortodoncia interceptiva removible
Aparatos que el niño puede quitar, como placas acrílicas con tornillos o resortes, placas funcionales, guías de crecimiento, etc. Su punto fuerte es la comodidad y facilidad para higiene, pero dependerá mucho de la cooperación del niño para que funcione bien.
Ortodoncia funcional / ortopedia dentofacial
Aparatos que actúan también sobre la musculatura oral, no solo sobre los dientes, con el objetivo de reeducar funciones (lengua, deglución, respiración) y guiar el crecimiento óseo. Incluye dispositivos que mueven la mandíbula o estimulan su crecimiento.
Máscara facial o tracción extraoral
En casos moderados a severos, cuando hay discrepancia esquelética significativa, se utilizan fuerzas externas para dirigir el crecimiento óseo, mediante máscaras conectadas a los aparatos intraorales.
¿Cuánto dura el tratamiento de ortodoncia infantil?
La duración de un tratamiento interceptivo varía según muchos factores: la gravedad del problema, la edad del paciente, la cooperación del niño, la respuesta biológica (crecimiento), el tipo de aparato utilizado y el seguimiento protocolizado. Como regla general, la duración del tratamiento de ortodoncia interceptivo en niños suele situarse entre 6 y 18 meses.
Por ejemplo, los aparatos de expansión solamente (disyuntores) suelen completarse en 4 a 6 semanas para abrir la sutura palatina, aunque la contención posterior debe mantenerse varios meses. Si además hay necesidad de expansión mandibular o corrección más compleja, el tratamiento completo puede alargarse hasta 12 meses o más.
Es importante recalcar que si el aparato es removible y el niño no lo lleva el tiempo indicado, el tratamiento de ortodoncia puede demorarse significativamente.
Consejos para el tratamiento de ortodoncia infantil
Para que un tratamiento interceptivo sea exitoso, no basta con colocar aparatos: requiere cuidado, colaboración familiar y disciplina. Entre los consejos para que el tratamiento de ortodoncia infantil sea efectivo, destacan los siguientes:
- Explicar al niño y motivarlo: Es importante que el niño entienda por qué lleva el aparato, qué se espera de él y cuáles serán sus recompensas. Involucrarlo refuerza su compromiso.
- Uso estricto del aparato (si es removible): Debe usarse el número de horas que indique el ortodoncista. Cualquier falta de cumplimiento prolonga o compromete el resultado.
- Buena higiene oral: Cepillado cuidadoso, uso de hilo dental, cepillos interdentales y enjuagues permitidos para evitar caries o inflamación gingival durante el tratamiento.
- Evitar alimentos difíciles: Evita alimentos muy duros, pegajosos o que puedan dañar el aparato (chicles, caramelos duros, caramelos pegajosos, alimentos con costras duras).
- Asistencia puntual a las revisiones: No faltar a las citas de ajuste y control; esas revisiones permiten detectar desviaciones a tiempo y corregirlas.
- Cumplimiento en las instrucciones de activación: Por ejemplo, girar tornillos de expansión según lo indicado, con la regularidad que se indique.
- Supervisión adulta: Los padres deben supervisar que el niño use el aparato, cuide la higiene y controle los ajustes, especialmente en los primeros días.
- Reforzamiento positivo: Elogiar al niño por llevar el aparato, permitir recompensas simbólicas, establecer metas y reconocer su esfuerzo.
- No descuidar la función: Si hay recomendaciones de respiración, deglución o postura lingual, hacerlos con frecuencia.
- Mantener la constancia: Los resultados no se logran de la noche a la mañana; la constancia es clave.
- Control del crecimiento: Incluso después de culminar el tratamiento de ortodoncia interceptivo, continuar con revisiones periódicas para ajustar si hay recidivas o desviaciones.
La ortodoncia interceptiva infantil: una apuesta inteligente
La ortodoncia interceptiva es una apuesta inteligente y preventiva para la salud dental y facial de los niños. La ortodoncia infantil es intervenir en el momento adecuado y guiar el crecimiento de los huesos maxilares y dentales con sensibilidad, ciencia y visión de futuro. Sin duda, la ortodoncia tiene muchos beneficios para la salud.
En BASTIDA Clínica Dental creemos firmemente que cada sonrisa infantil merece atención personalizada desde sus primeros años. Un diagnóstico temprano y un plan interceptivo bien diseñado pueden evitar que un problema leve en la infancia se convierta en una maloclusión severa en la adolescencia, con tratamientos más invasivos, costosos y largos. Gracias a la plasticidad ósea del niño, la ortodoncia interceptiva permite moldear el desarrollo de las arcadas y maxilares, influir favorablemente en la respiración y función oral, mejorar la estética facial y reducir muchas de las complicaciones que suelen aparecer si se espera demasiado para intervenir.
Para los padres, elegir un tratamiento interceptivo es invertir en tranquilidad: menos tiempo en ortodoncia más adelante, menos riesgo de extracciones, menos posibilidad de cirugía ortognática, mejor funcionalidad masticatoria y una sonrisa armoniosa desde la infancia. Pero el éxito no depende solo del ortodoncista: la colaboración del niño y su familia es esencial. Llevar el aparato el tiempo indicado, cuidar la higiene oral, acudir puntualmente a las revisiones y seguir las instrucciones son pilares que sostienen el buen resultado.
Cada niño es distinto, y por eso en BASTIDA Clínica Dental diseñamos planes personalizados, con evaluación minuciosa del crecimiento, hábitos orales, vía aérea, función muscular y estructura ósea. No creemos en soluciones genéricas: nuestro enfoque es adaptado, empático y orientado a que el pequeño (y sus padres) se sientan acompañados en cada paso. Al final del tratamiento interceptivo muchas veces se recomienda una fase correctiva posterior, pero lo más habitual es que esa ortodoncia de alineación sea más breve y suave gracias al trabajo previo hecho.
Tu hijo merece una sonrisa fuerte, armoniosa y funcional, y la ortodoncia interceptiva es una herramienta valiosa para lograrlo desde una edad temprana.